6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Fotografía de Timothy Eberly en Unsplash. Diseño gráfico de Cynthia Friesen Coyle.