“El discipulado bíblico,” dice Marvin Lorenzana, “solo se completa cuando un fiel discípulo de Jesús aprende, de manera intencional y relacional, a guiar a otro a convertirse en un discípulo fiel de Jesús” (p. 6). No muchos miembros de la iglesia realmente creen o practican esto, a pesar de que Jesús llamó a los primeros discípulos a dejar sus redes de pesca y seguirlo, para luego enviarlos a “pescar personas” (Mateo 4. 19).
Este cuadernillo plantea preguntas importantes sobre la diferencia entre ser discípulos de Jesús y ser discipuladores de otros en Su nombre. Utilice las preguntas en la página 21 con su grupo pequeño, clase de escuela dominical o equipo ministerial. Estamos seguros que le ayudarán a iniciar una conversación animada y, posiblemente, ¡un llamado serio a la acción!