Publication: Faith in Action

Menonitas congoleses inician el proceso de reconciliación con obreros de la misión

June 2018

Fe en Acción

Hace más de 60 años, dos enfermeras congolesas arriesgaron su vida al negociar por las vidas de tres familias misioneras. Los rebeldes Jeunesse atacaron al caer la noche, capturaron a las familias y las llevaron a ser juzgadas en la selva ante el tribunal rebelde. 

Los rebeldes Jeunesse pertenecían a un movimiento de jóvenes congoleses desilusionados que acusaban a los trabajadores norteamericanos de colaborar con el gobierno nacional corrupto y de destruir la cultura africana.

Las dos enfermeras convencieron a los rebeldes de permitir a las familias misioneras permanecer en la clínica en vez del bosque. Cuatro días después, helicópteros de las Naciones Unidas evacuaron a los trabajadores. Los congoleses que los protegían quedaron atrás, teniendo que enfrentar las consecuencias de no ser leales a la causa rebelde. En el caos, todas las partes se hirieron unos a otros, con o sin intención de hacerlo.

"Estos eventos [la captura y la evacuación de las familias misioneras, así como el abandono de los hermanos y hermanas congolesas restantes] dividieron a la comunidad de Kandale y generaron un distanciamiento entre la comunidad y la misión", dijo Rod Hollinger-Janzen, coordinador ejecutivo de Africa Inter-Mennonite Mission (Misión Africana Intermenonita, AIMM por sus siglas en inglés) e integrante de la delegación que participó de la ceremonia de reconciliación. "La comunidad sufrió material y espiritualmente por los resultados de estas divisiones". 

El 12 de octubre de 2017, miembros de la comunidad de Kandale, de la cual habían huido las familias misioneras, colmaron ambos lados de la carretera para recibir a seis vehículos que completaban el arduo viaje de más de 800 km desde Kinshasa, la ciudad capital de la República Democrática del Congo.

Más de 30 líderes de iglesias menonitas y representantes de la misión habían aceptado la invitación de la congregación de Kandale para asistir a una ceremonia de reconciliación.

La ceremonia de reconciliación fue organizada por Macaire Kilambo, un líder laico de la Communauté Mennonite au Congo (Iglesia Menonita en Congo); líderes de la iglesia y comunidad de Kandale y representantes de la misión. Varios años de organización fueron necesarios hasta lograr su realización. Esperaban que a través del reconocimiento de las consecuencias negativas de la violencia y el engaño y posteriormente la reconciliación de unos con otros, los representantes de la misión y la comunidad podrían crear un ambiente en el que el pueblo de Kandale pudiera prosperar. 

Varios dignatarios tradicionales estuvieron presentes en la ceremonia, incluyendo un descendiente del líder que había donado la tierra en la que se construyó la misión. También asistieron cuatro norteamericanos que habían sido hijos de misioneros en el Congo. 

André Ndjoko, un anciano de la Iglesia Menonita de Kandale, se arrodilló en el suelo ante las delegaciones menonitas congolesas y norteamericanas para pedir perdón de parte de su comunidad, por cómo se había maltratado colectivamente a los misioneros que habían vivido con ellos.

"[En 1964], actuamos en contra de nuestra doctrina, en contra de nuestra comunidad", dijo Ndjoko". Destruimos las casas que ustedes construyeron. Lo que hicimos va en contra de nuestros ancestros, en contra de nuestros padres y de nuestro Dios. Necesitamos volvernos hacia ustedes para pedirles perdón".

Después, Hollinger-Janzen se arrodilló ante los líderes de Kandale, aceptó sus disculpas, y extendió su perdón de parte de los obreros de la misión. Reconoció que ninguno está libre de culpa, ni antes de 1964, ni después. Pidió perdón por las faltas de la misión y el abandono de la comunidad de Kandale después de la rebelión. 

"Cada uno de nosotros actuó de una manera que no agradó a Dios", dijo Hollinger-Janzen. "Pero hoy necesitamos acercarnos y volver a juntar nuestras manos. Todos necesitamos la fortaleza del otro para que el Espíritu de Dios pueda guiarnos hacia el futuro".

Juntos, esperaban dar un cierre al rencor no resuelto por la traición y la tensión en las relaciones entre obreros de la misión y los residentes de Kandale que persistieron por más de medio siglo. 

Kandale fue una de las ocho estaciones de Congo Inland Mission, (Misión Nacional del Congo, una agencia predecesora de AIMM. AIMM y la Red Menonita de Misión coparticipan en el trabajo del ministerio.  

Ore por la continuidad del proceso de reconciliación y los esfuerzos por la paz en el Congo. 

Encarnar la iglesia, parte 3: 

Ve a nuestros prójimos y ámalos

Esta corta reflexión es la tercera de una serie de cuatro reflexiones contribuidas por Joshua Garber, quien sirve junto con su esposa Alisha y su hijo Asher en Barcelona, España. Esta serie explora cuatro elementos centrales que iluminan el camino para las comunidades de fe que están trabajando y explorando cómo ser iglesia hoy en día. 

Por Joshua Garber

Cristo nos enseñó que los mandamientos más importantes son amar a Dios y amar a nuestro prójimo —todo lo demás es comentario. Sin embargo, cuando Cristo nos llama a amar, no está hablando de sentimientos bondadosos o de tener una buena disposición hacia los demás. Como le agrada expresar al Dr. Cornel West —un filósofo, activista político, profesor y autor afroamericano—. 

"La Justicia es como se ve el amor en público". Yo agregaría: la hospitalidad y la misericordia son radicalmente como el amor se siente. 

  • Organice una comida compartida sencilla e invite a todos sus vecinos (aún a aquellos que no conoce tan bien). Haga esto con regularidad.

  • ¿En su comunidad, más o menos todos comparten el mismo trasfondo, los mismos valores y cultura? Considere con quién en su vecindario no se está conectando y pregúntese por qué.

  • ¿Quién es marginado en su comunidad? Conéctese con ellos y aprenda cómo podría servirles. 

Manténgase al tanto de Alisha, Asher y Joshua a través de www.WorthwhileAdventures.org.