Munny* tiene dolor de cabeza. Los gritos. Los chillidos. En su pequeña casita, él no podía dejar de oírlos. Munny amaba a sus padres, pero odiaba escucharlos discutir. Quería que encontraran mejores maneras de entenderse.
Así como en muchas culturas, “la violencia doméstica es algo muy común [en estas comunidades],” dijo Samuel* cuyo trabajo en el Sudeste Asiático es apoyado por la Red Menonita de Misión. Samuel y su esposa, Rebecca* son fundadores de tres escuelas de paz para niños y niñas de 6 a 12 años de edad a petición de las personas de tres regiones diferentes. Los niños reciben educación básica y también aprenden inglés, y los beneficios de construir la paz como un aporte para edificar a la comunidad. Con este mismo espíritu de hacer la paz también recitan diariamente la Oración de San Francisco.
Pero no solo los niños como Munny aprenden acerca de la paz; estos niños también les están enseñando a sus padres! Un día, después de estudiar la Oración de San Francisco, Munny puso una copia de la oración en la mesa de la cocina de su familia con la esperanza de que sus padres la vieran. En el Sudeste Asiático hacerlo de una manera más directa sería falta de respeto.
Un día, después de un argumento fuerte, los padres la encontraron. Aunque todavía surgen conflictos, las familias están aprendiendo maneras más saludables para manejarlos.
“Nuestros centros de paz benefician a toda la comunidad,” dijo Samuel. No solo los niños y las niñas comparten estas lecciones con la comunidad más amplia, sino las escuelas ofrecen un espacio para enseñar a los líderes comunitarios a continuar con esa importante tarea.
*Nombres y lugares han sido cambiados por razones de seguridad.
OREMOS por Munny y los niños y las niñas como él, que sus familias adopten maneras sanas de resolver conflictos y que sus hogares puedan ser lugares seguros.
OREMOS por los líderes de estas comunidades del Sudeste Asiático, que puedan capacitarse como hacedores y promotores de paz.
6 lecciones aprendidas en 100 años de misión
Nosotros, la Red Menonita de Misión, hemos aprendido mucho en los últimos 100 años. Abajo destacamos solo 6 puntos importantes entre los muchos más que habría. El resumen viene de “The “M” word: My personal awakening to God’s’ work.” El título en inglés hace referencia a la realidad de que por los errores cometidos en el nombre de la misión, para muchas personas hoy en día, “misión” llega a ser “Esa mala palabra.” El librito escrito por Paula Killough muestra su “despertar personal al obrar a Dios.”
- Seguir el camino de la fidelidad no es para los débiles de corazón y no sucede de la noche a la mañana.
- El reino de Dios debe ser encarnado de manera cultural
- El conocimiento y la sabiduría local son importantes.
- El trabajo de las mujeres está impactando de manera positiva a la iglesia.
- Cien años de servicio fiel de los norte–americanos pueden ser reconocidos junto al dolor infligido a través del poder y el privilegio. 6.
- ue extremadamente importante— para aquellos de nosotros que somos de la cultura dominante.