“Many Europeans,” writes Jackie Wyse, “view the church as a largely historical institution that is no longer relevant to daily life.” Nearly all of the traditional churches in the Netherlands, where Wyse has lived and worked for the past five years, have seen an erosion of church attendance, corresponding to society’s increased secularization. In cities like Almere and Amsterdam, reports Wyse, only 2-4 percent of the residents are active in churches. The challenge of Christian presence and witness in such a context calls for fresh thinking, creativity and imagination. And that’s what the story recounted here is all about. What do community cookbooks, drop-in centers, and neighborhood interviews have to do with sharing the good news of Jesus? You will find out in this delightful account of how one faith community took sharing their faith seriously, and in the process, discovered precious treasures hidden “in their own backyard.”
Buscando tesoros en tu propio patio Reflexiones sobre experiencias misionales en los Países Bajos
“Muchos europeos,” escribe Jackie Wyse, consideran que la iglesia es sobre todo una institución histórica que no tiene relevancia en la vida diaria”. Casi todas las iglesias tradicionales de los Países Bajos donde Wyse ha vivido y trabajado durante los pasados cinco años, han esperimentado un disminución en la asistencia a la iglesia, correspondiente a la creciente secularización de la sociedad. En ciudades como Almere y Amsteram, informa Wyse, solo del 2 al 4 por ciento de los residentes son miembros activos de las iglesias. El desafío para la presencia y testimonio cristianos en dicho contexto requiere nuevas formas de pensamiento, creatividad e imaginación. Y de eso trata la historia aquí relatada. ¿Qué tienen que ver los libros de recetas de cocina, los centros de hospitalidad y las entrevistas vecinales con compartir la buena nueva de Jesús? En este delicioso relato encontrarán cómo una comunidad de fe tomó en serio el compartir su fe, y en el proceso, descubrió preciosos tesoros ocultos “en su propio patio”