In the 1570s, European authorities were so intent on silencing Anabaptist believers in their witness that they devised a metal screw to clamp down their tongues, thus inhibiting speech or rendering it unintelligible or foolish-sounding to anyone who might still choose to listen.
Few Anglo Mennonites living in today’s Western world experience this kind of repressive response to their witness. Yet all too often, according to Alan Kreider, Mennonites struggle to share their faith and choose silence over verbal witness, as if the tongue screws were still in place doing their job.
The author spells out in this booklet why that is, and then suggests concrete ways to move Mennonites and other Christians in the direction of a more confident, joyful approach to living and sharing “the hope that is within them.”
Tornillos en la lengua y testimonio
En los años de 1570, era tal la determinación de las autoridades europeas de acallar a los creyentes anabautistas que idearon un tornillo de metal para engrampar sus lenguas, y así impedirles hablar y evitar que se entendiera o pareciera tontería el testimonio que trataban de dar a cualquiera que a pesar de todo quisiera escuchar.
Pocos menonitas anglos que hoy viven en el mundo occidental experimentan esta clase de respuesta represiva de su testimonio. Sin embargo, de acuerdo con Alan Kreider, los menonitas luchan por compartir su fe y eligen el silencio en lugar del testimonio verbal, como si todavía tuvieran atornilladas sus lenguas.
El autor formula en este librillo por qué pasa esto, y luego sugiere maneras concretas de movilizar a menonitas y otros cristianos hacia un enfoque más confiado y gozoso de vivir y compartir “la esperanza que hay en ellos”